martes, 5 de mayo de 2015

EL PARTO


Hace unos meses que soy madre y hay un hijo que se alimenta de mis brazos, de mi corazon, y sobre todo de mi pecho. Ya, aun mas que cualquier cosa, soy MAMIFERA.

Todo comenzo en la mañana del 19 de Febrero con unas sensaciones en mi vientre que activaron el tic-tac del reloj y me alertaron para saber que algo ya estaba a punto de salir del horno. Nos preparamos para ir a Migjorn y en la noche que llegamos alli, yo ya pensando que el parto habia comenzado, Anna, una de las comadronas que nos acompaño en el parto nos dijo a mi pareja y a mi: “acomodense para pasar la noche aqui que esto apenas comienza y va pa´largo. Intenten dormir entre contraccion y contraccion para descanzar que el peor enemigo del parto es el cansancio”.....
En cuanto Anna salio de la casita de partos, senti que mi cuerpo entero lo habitaba un rayo electrico, y se habia aumentado el potenciomentro en la intensidad y continuidad de las contracciones. Ahora si, a media noche del 19 de Febrero habian comenzado las contracciones del parto.

... Recuerdo que en un momento, entre contraccion y contraccion, tumbada sobre la cama intentando descansar, le contaba a mi amiga/hermana Mireia una historia en el Amazonas...: “despues de caminar y caminar tras la huella del jaguar por la densa y humeda selva Amazonica, le pregunte al guia que cuanto faltaba por llegar a la maloka para descansar. El guia me miro y me dijo muy tranquilamente: “No se preocupe Cati que solo faltan mas o menos 42 montañitas”. En ese momento, me tire al suelo con mochila y todo y comence a llorar”...
Esta historia fue la inspiracion del parto y Anna me recordaba que cada contraccion era una montañita mas de esa selva para llegar a la maloka que en este caso seria nuestro hijo, COSMO, para tenerlo sobre nuestros brazos, sobre mi pecho e iniciar esa nueva etapa de la vida llamada MATERNIDAD.

Poco a poco, la tormenta elecrtica intra-uterina aumentaba, cada contraccion llegaba a mi como un relampago golpeando la tierra, pidiendo permiso y paso por ese canal, el canal por el que pasaria el ser que por 39 semanas se gestaba dentro del planeta agua, cambiando sus aletas por piernas. Cada montañita de la selva empuntaba hacia una sola direccion, a vivirlo todo plenamente en carne y hueso hasta transmutarme yo misma en ese tan buscado y perseguido JAGUAR, a mirarnos fijamente a los ojos hasta fusionarnos en uno y con esa fuerza, cruzar el portal del fuego para sentir en medio de las llamas y mis huesos abiertos, esa cabecita que anunciaba la nueva vida, ese renacuajo humedo y tibio que pronto estaria encima.

Como una gran narrativa epica, el parto tuvo toda una gama de colores... 24 horas desde el comienzo en casa hasta el “fin” en el parto sobre unos cojines blancos, una mano en la de Nico, la otra en la de Mireia que constantemente me recordaba que yo SI podia, que fuera siempre a mi fuente de fuerza, que no estaba sola, que recordara a todas mis abuelas que asi habian parido, en plena consciencia, el proceso de la muerte-naciemiento-renacimiento. Un pie sobre Anna y el otro sobre la bañera, en donde Adela, la otra comadrona, con su mirada silenciosa y compasiva me acompañaba en el proceso, en plena confianza, en el instante, y el grito animal que salio de mi propia selva para razgar las paredes dejando atras la piel de Catalina la hija. Ese grito, me acompaño durante todo el parto. Yo cantaba y cantaba la AAAA mientras pujaba y pujaba... demasiado temprano para pujar. Por que corres???

Tambien hubo llanto....
en un momento de mucha dulzura, donde mi pareja y yo estabamos en la bañera, abrazados, chupando hielos de te de rosa y miel, sintiendo el ritmo del parto, comence a llorar. A llorar el desespero de sentir que venia una ola tras otra, la una mas grande que la anterior y que esto ya no pararia, no habia boton de PAUSA.... y me senti muy cansada... Anna me ponia pañitos de agua fria en la frente y Adela su dedo en mi entrecejo... esos segundos eran la gloria dentro de todo el proceso.

Sali del agua, volvi a llorar. Esta vez de rodillas.
Anna me cogio de manos y me trajo a la tierra, a mi centro, recordandome una vez mas por que habia decidio tener el parto alli, recordandome de darle plenamente la bienvenida a Cata mama y darle la confianza a Cosmo de esa Cata mama. Trabajamos de nuevo el YO PUEDO. Mil veces senti rendirme y mil veces repetir YO PUEDO. Entre tanto bailabamos...

Al sentir mi cansancio, me encontre en la situacion mas extrema que he estado en mi vida... desear morir para no sentir otra contraccion... La opcion de ir al hospital fue dada (al ver mi cansancio extremo) y en cierto modo alunga parte de mi cerebro me decia...: “ojala que me lleven al hospital y que me saquen al bebe yaaaaa!!!!”. Por otro lado, como podia yo imaginarme levantarme al otro dia en el hospital con el bebe en mis manos cuando llevaba nueve meses preparandome justamente para este momento? Para este preciso instante?? Miraba yo a Adela y veia en ella su plenitud, su confianza en mi, sabia ella por que estaba yo alli!!!!!!!!!!

Asi que viendo mi decision firme de estar ahi, pariendo sin anestesia, Juana, otra de Migjorn, propuso ayudarme con un masaje intra-uterino y remover el milimetro que aun no habia dilatado. Asi fue, y se desato la cascada, el flujo que con dos pujos trajo a Cosmo a nuestros brazos, el encuentro cara a cara con el jaguar y el fuego, para convertirme en uno y atravesar el otro.

21 de Febrero a la 1:30am, el momento mas sublime de mi vida. Bienvenido Cosmo a la Tierra. Bienvenida mama, bienvenido papa.

Agradecimientos profundos al universo, al amor, a mis abuelas, a Dios, a Adela, Anna, Juana, Nicolas, Mireia y a Cosmo.